Delante mío, como a un metro 58 centímetros de distancia caminaban dos niñitas como de entre 7 y 7.5 años (calculado por la distancia entre sus ojos, dividido entre lo largo del cabello x 100 - 1) quienes de repente comenzaron a cuchichear entre ellas y soltaron la carcajada volteando a ver al niño con esa sonrisa entre pícara y coqueta que caracteriza a algunas féminas (a mí no).
Seguíamos avanzando en fila india (¿o es hindú?), las pequeñas reían y viendo al niño preguntaron señalándose una a la otra: "¿la serenata es para ellaaaa?" Y el pequeñín, con toda la galanura que caracteriza a los hombres (a mí no), les respondió a voz en cuello: "¡Ni se crean que es para ustedes FEAS!" (la verdad es que les dijo "chamaquitas horribles, chilapastrosas" pero "feas" se oye más nais).
Las niñas siguieron caminando pero ahora con esa cara de indignación que caracteriza a algunas mujeres (a mí no) cuando su ego ha sido mancillado. De repente una de ellas regresó solo para gritarle a todo pulmón: ¡NI QUE NOS GUSTARAS P*ENDEJO!
Ahora bien... LO QUE LA CHILAPASTROSITA EN REALIDAD QUISO DECIRRRRRRRRRR fue:
Me recordó a "mujer, casos de la vida surreal", como cuando estaba yo comiendo una tlayuda y... (suspenso)...
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