Mi blog y yo estuvimos en un retiro espiritual (centro de rehabilitación) en el Tribet (Tomaste Reteharto I Bebiste en Exceso, ahora Te chingas), para encontrar el verdadero sentido de la vida.
Ahí, fuimos recibidos por los famosos monjes triberienses (¿o eran triberianos?),
quienes extrañamente, siempre sonreían...y cantaban...creepy...
Aunque la canción que mejor les salía era "atrévete Teté", versión canto gregoriano (creo que era su "mantra").La lección de vida que nos dejó como legado nuestro "Ranma" personal, es simplemente sabiduría pura (aún no putrefacta).
Oh, ¡cuanta filosofía en tan pocas palabras!
Hemos regresado, con nuevos bríos, a retomar el camino que el destino nos ha trazado...comer hasta hartarnos.
Sean felices, hermanos.